Diarios del confinamiento. El presidente naranja y los chupitos de lejía

Cuando crees que la vida no te puede sorprender más, va y lo hace… y de qué manera.



Hace una semana, el presidente naranja de EEUU, Donald Trump, (porque si Barak Obama fue el primer presidente negro, este señor es el primer presidente naranja) dijo en una rueda de prensa que si el desinfectante era tan bueno para matar al coronavirus ¿por qué no ingerirlo o inyectárselo?, y se quedó tan pichi el tío. WHAT?


La cara de espanto de una de sus asesoras sanitarias me representó totalmente. A ver, sinceramente no creo que este señor hablara en serio. Si así fuera, él habría sido el primero en probar el experimento letal, algo que obviamente no hizo, no obstante ¿es que tampoco le llegan las neuronas para saber que hay un montón de fanáticos incautos que le siguen a pie juntillas?

La consecuencia de esas declaraciones no se hizo esperar y claro ¡chupitos de lejía para todos! Yo estuve pendiente de la información porque estaba segura de que en breve iba a haber casos de gente que siguiera sus recomendaciones, como así fue.(Confieso que tuve una mínima esperanza de que nadie lo hiciera pero... mi gozo en un pozo).

Al día siguiente, los telediarios y periódicos de medio mundo anunciaban que cerca de un centenar de estadounidenses habían sido ingresados en hospitales a consecuencia de ingerir desinfectante.

Increíble pero cierto. Es que ya no hablamos de inteligencia o ignorancia, sino de simple sentido común. ¿De verdad que estas personas no son capaces de darse cuenta de que el brócoli también es una verdura muy sana y a nadie se le ocurre licuarlo y metérselo por vena? Que encima es que estamos hablando de desinfectante, señores, un producto químico y nocivo. Es que no me cabe en la cabeza.

Está claro que en EEUU hay mucha gente, digamos… un poco ignorante (ya sé que no son todos, pero a los hechos me remito) pero es que con este último suceso yo es que ya los catalogaría directamente de idiotas nivel experto. ¿Cómo puede ser EEUU la primera potencia mundial y al mismo tiempo ofrecer esa imagen? Si alguien lo sabe que me lo explique.

¿Cómo puede influir tanto el presidente naranja en parte de la población del país que gobierna? No todo vale y estas cosas además a mi particularmente me provocan crisis existenciales y hacen que no pueda evitar preguntarme ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué clase de sociedad me rodea? ¿Estamos todos locos? ¡Socorro!


Comentarios

  1. Pues sí, creo que a este fenómeno le llaman darwinismo social, al menos así lo escuché en un programa de tv titulado "Mil maneras de morir" donde mostraban muertes reales igualmente estúpidas. En fin, somos siete mil millones de habitantes en este planeta y como dijo aquel torero "Hay gente pa tó".
    ¡Saludos!

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    1. Cierto pero en este caso no es la supervivencia del más fuerte sino del más inteligente. Estas cosas me dejan loca, en serio.

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  2. pues la verdad hay que estar muy loco, para hacerlo, así el mismo presidente lo diga, culpo también en parte a la información desmedida y sin ningun escrupulo que trata de llegar al pueblo haciendo de estas frases titulares de primera plana.

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    1. Totalmente de acuerdo. Es un disparate pero publicar lo que este señor dice sin advertir a la gente de la idiotez desmesurada de su comentario y las consecuencias de llevarlo a cabo, igual de irresponsable.

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