Sí, como lo leéis AZUL. ¿Confirmamos que cuando te quejas de algo, siempre puede ir a peor? Confirmamos.
Supongo que queréis saber cómo narices he llegado a esa situación. La premisa de la que hay que partir es la de que no me puedo estar quieta. Que se me queda el pelo naranja...pues no puedo ser una persona sensata y con sentido común que piense "bueno, pues esperaré a que abran las peluquerías". Nooooo porque si hiciera eso no sería yo.
En mi afán por intentar solucionar el problema de mi pelo zanahoria provocado por el confinamiento a raíz del coronavirus (Covid 19) (podéis leer lo que pasó Aquí), decidí investigar por internet, qué gran idea...¡pues no! mal, muy mal. Internet tiene muchos beneficios, sin duda, pero no es bueno para este tipo de cosas, yo soy el claro ejemplo de ello.
Indagando por la red descubrí que al igual que existe un champú violeta, morado o lila, o como quiera llamarlo cada una, para matizar el pelo amarillo pollo o amarillo piolín, existía uno similar de color azul para el pelo naranja.
El caso es que el champú violeta ya lo había probado en mis mechas rubias y los resultados son una pasada. Te quita el piolín del pelo totalmente y te deja un rubio mucho más claro, así que pensé que el azul podría ser similar.
No dudé en comprarme online el champú. Eso sí, antes leí multitud de opiniones de chicas que lo habían probado y hablaban maravillas de él, eso lo hice bien, no soy tan cafre.
Cuando llegó el momento de ponérmelo lo hice como con el lila pero solo lo apliqué donde tenía el naranja, en las raíces kilométricas. La primera señal de que algo pasaba fue que las manos se me quedaron completamente azules.
A ver, con el champú violeta también se manchan las manos pero en la ducha el color acaba saliendo con el agua pero en este caso no fue así, y mis manos pasaron a ser de un tono azul pitufo que conseguí finalmente quitarme después de horas lavándolas con frecuencia.
Cuando finalmente me aclaré el pelo y lo sequé, comprobé que el naranja seguía ahí, puede que un poquito menos llamativo, aunque no sé si eso era real o fruto de mis ganas de que el champú hubiera funcionado.
Como el cambio no había sido gran cosa y mi churri cada vez que se cruzaba conmigo por la casa me soltaba un sonoro "Ay mi zanahoria, ay pobretica mía" que me mataba, volví a ponerme el dichoso champú los dos días siguientes y lo dejaba puesto en cada ocasión una media hora o incluso más.
Al tercer día,cuando me sequé el pelo, comprobé que el naranja seguía ahí. Si que es verdad que era mucho más tenue pero vamos, que se seguía viendo la destroza, pero mi sorpresa fue cuando vi que algunas de mis mechas rubias más claritas se habían vuelto azules, pero de un azul entre oscuro y gris abuela que me hizo pegar un grito de la impresión ¿pero que era esoooo? ¡ay dios!
By Birgit Kulbe https://www.flickr.com/photos/tobisven/
Y entonces y solo entonces y no antes, se me ocurrió leer las recomendaciones de uso del champú. Porque claro ¿recomendaciones? ¿para qué? pues evidentemente para que me las pase yo por el forro. Recomendaciones a mi...
Photo by Andre Guerra on Unsplash
Lo primero que decían mis amigas las recomendaciones era que había que aplicar el champú con guantes porque se podían teñir de azul, mira tú que cosas ¿eh?, lo segundo que no debía aplicarse más de 5 minutos en cada ocasión y que se debía poner solo una vez a la semana porque claro ¿a que no imagináis lo que podía pasar si no se hacía así? pues sí, que el pelo se podía acabar tiñendo de azul (vaya, vaya), si a eso le añadimos que mi pelo superviviente al naranja era rubio, imaginad la fuerza con la que se ha cogido el maldito azul.
La parte buena es que por lo visto con los lavados el azul acaba desapareciendo y ahora estoy en fase de crear un grupo de damnificadas por el cierre de las peluquerías en el confinamiento. ¡Ains!
Y lo gracioso de todo es que mi champú se llama "Stop orange" y digo yo que deberían añadirle "And become blue"
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