Diarios del desconfinamiento. La pandemia por coronavirus nos hará mejores personas... ¿seguro?

Una de las afirmaciones que más se están oyendo estos días es que la pandemia por Covid 19 nos hará mejores personas ¿seguro?

No tengo mucha fe en la humanidad y no quiero pecar de negativa pero hay que ser realista. Hace unas semanas leí una entrevista muy interesante a un psicólogo al que se le hacía esa misma pregunta, si la crisis nos convertiría en mejores, y no puedo estar más de acuerdo con su respuesta:

En momentos de crisis, sean del tipo que sean, hay una gran contraposición de actitudes. Por un lado se va a ver el lado más humano, altruista y solidario de la gente y al mismo tiempo, aunque parezca una contradicción, también el más egoísta”.

¡BINGO! le aplaudo hasta con las orejas porque creo que es la pura realidad. Es más, en mi opinión, en una crisis como la actual todo se multiplica y parto de la base de que el altruismo y la solidaridad de la que muchos ciudadanos han hecho gala estos días se debe a que esas personas son ya de por sí buenas personas, lo eran antes, lo han sido y lo seguirán siendo. Debido a su carácter generoso es muy posible que durante la pandemia hayan decidido pasar a la acción y ofrecerse como voluntarios para ayudar a los demás. Y al contrario es exactamente igual, el egoísta lo será y lo será aún más.

Nos hemos cansado de ver ejemplos casi a diario que demuestran mi teoría. Tenemos por ejemplo el caso del chef español José Andrés, que  ha estado apareciendo últimamente en todos los telediarios y periódicos y hasta ha sido portada de TIME porque gracias a su labor solidaria miles de familias de España y EEUU tienen un plato que llevarse a la boca pero ¿Me vais a decir que José Andrés no hacía esto antes ya? Por supuesto, ya fue sonado su trabajo tras el terremoto de Haití en 2010. En ese momento no dudó en personarse en el país para ayudar in situ a toda la gente damnificada, dándoles de comer.




Respecto al egoísmo también hay múltiples ejemplos, solo hay que recordar cuando uno de los aviones fletados con respiradores y material sanitario para España fue literalmente robado por Turquía y por poner un ejemplo más cercano ¿os acordáis del papel higiénico y los supermercados desabastecidos los primeros días de confinamiento? Está claro que la gente no piensa en el prójimo, esto es la ley de la jungla y el sálvese quien pueda.

Con la vuelta a la famosa nueva normalidad (escribí sobre esto AQUÍ) también se están viendo ejemplos de estas conductas egoístas e incívicas. Me he cansado de ver grupos de gente paseando juntos sin mascarilla sin respetar las distancias de seguridad. El otro día fui a un bar a tomarme algo y el camarero que me atendió llevaba en todo momento la mascarilla pero le seguí con la mirada al interior del bar y una vez dentro, para preparar los pedidos el tipo se bajó la mascarilla ¿perdonaaa? ¿De qué van?

                                      Imagen obtenida de ABC



Hace poco vi un tweet viral de un camarero que compartía una foto de cómo unos clientes habían dejado la mesa en la que habían comido y era peor que si hubiera pasado un tornado por ella, hasta había un pañal sucio de bebé. Lo mismo pasa con los campos y montes, llenos de basura por todos los lados desde que nos han dejado salir, por no decir de los mares que si ya no tenían plástico suficiente ahora también son lecho de guantes y mascarillas sanitarias.


En definitiva ¿mejores personas? 


Comentarios

  1. La verdad es que pienso que en lo fundamental, la especie humana no ha cambiado demasiado desde que comenzamos a caminar bípedamente. Con los años, casi empiezo a pensar que en realidad así ha de ser. Necesitamos al solidario y al egoísta, al pausado y al proactivo, al cobarde y al valiente... Quizá cada uno cumple su papel y los caracteres negativos sean necesarios para que florezcan los positivos.
    De toda esta época, reconozco que lo que más me ha torcido el gesto, aunque todavía no esté seguro de mi opinión, es la incorporación de la solidaridad como una herramienta más dentro del márquetin de marca. Por un lado puede ser una manera de dar ejemplo, pero por el otro siempre he pensado que hacer el bien es una cosa pero proclamarlo a los cuatro vientos, otra.
    Estupenda reflexión e invitación a ella. ¡Saludos!

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  2. Nos ha echo valorar las relaciones, lo vivido, la familia, las cosas importantes... Y el valor del contacto entre otras cosas. Qué no quito que el que sea egoista lo será. Porque cada uno es como es lo intente ocultar o no, y se ve. Tarde o temprano. Gracias por este post. Buen artículo..

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